
Mucho antes de que Kim Gordon, bajista de Sonic Youth, animara a "bombardear el centro neurálgico de la falocracia del rock", las mujeres ya llevaban tiempo demostrando que podían ser excelentes guitarristas y aportar páginas a la evolución de la historia de las seis cuerdas. No ha sido un camino fácil, pero, a pesar de la tradicional falta de visibilidad y de oportunidades, la situación está cambiando.
Aún así, cuando una guitarrista solista se baja del escenario, puede que entre las enhorabuenas se cuele algún 'tocas como un tío'.

















