
"Aquí siguen existiendo historias pequeñas. Las que ya no se cuentan, se pierden por rincones a los que ya no podemos llegar". Son las primeras palabras de la voz que narra el documental La calle del agua, de Celia Viada Caso, pero definen un sentir que se puede aplicar a muchas de las películas que estos días se pueden ver en la 58 edición del Festival Internacional de Cine de Xixón.
En la selección oficial, pero también y especialmente en obras que compiten en secciones paralelas, el festival gijonés ha programado películas que tienen en común la voluntad de rescatar de la historia reciente hechos y vidas silenciadas para dignificar su memoria.

















